Un gallo y un pato discutían tanto sobre si existían las sirenas, que decidieron averiguarlo yendo al fondo del mar. Bajaron viendo primero pececitos de colores, luego peces medianos y grandes, hasta que todo estaba oscuro y no veían nada. Entonces les entró un gran miedo y subieron.
El gallo estaba aterrado y no quería volver, pero el pato le animó a seguir intentándolo, y para calmarle llevó una gran linterna. Bajaron, y al llegar a la oscuridad, cuando estaban pasando más miedo, encendieron la linterna y descubrieron que estaban totalmente rodeados de sirenas, que les podían ver en la oscuridad.
Ellas les contaron que pensaban que no les querían, porque