Había una vez un gusanito que vivía en una manzana situada en un árbol junto a una casa en la que vivían unos niños. Todas las mañanas, cuando los niños iban al colegio, los juguetes se asomaban a la ventana y saludaban al gusanito.
Un día, sin embargo, el gusanito no respondió, y los juguetes, preocupados, empezaron a llamarle y a buscarle. Como no respondía, salieron de la casa y fueron al jardín, y allí volvieron a buscarle por todas partes, pero no encontraron nada.
Siguieron buscando hasta que oyeron un extraño ruido procedente del garaga, y hacia allí fueron corriendo, pero al llegar no encontraron nada más que algunos juguetes de los niños. Pero al callar todos siguieron oyendo el ruido, y éste les