-¡Buenos, días, señoras y señores caracoles! ¡Les habla Mac Caracola, su comentarista favorito, desde el gran estadio de carreras de caracoles, el huerto de lechugas de la tía Pepa! Hoy nos espera una jornada inolvidable, donde el gran Caracolisto tratará de batir por quinta vez su récord mundial de velocidad... Ahí le tenemos, entrando a la pista, y haciendo sus famosos ejercicios de calentamiento... Los participantes se dirigen hacia la salida, ¡y comienza la carrera!...
Como siempre, Caracolisto toma unos centímetros de ventaja y continúa distanciándose de sus perseguidores... su progresión es espectacular, ha tardado menos de diez minutos en recorrer el primer metro y se dirige a cruzar la línea de meta en solitario... ¡un momento! ¿qué es eso?!
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¡Atención, señores espectadores!, les habla el servicio de emergencias por la megafonía... ¡Tenemos una emergencia, un pájaro ha entrado en el huerto de la tía Pepa! Corran todos a esconderse bajo la hoja de la lechuga más cercana.. repetimos, ¡corran a esconderse bajo la hoja de lechuga más cercana!
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ssshhhh.......hola, curiosos espectadores, soy Mac Caracola, retransmitiendo en susurros la emergencia, en directo bajo una hoja de lechuga. Prácticamente todos los caracoles están a salvo, pero ¡Caracolisto continúa en la pista! Parece muy confiado en que su gran velocidad le permita escapar... ahí le ven, saludando a las cámaras con gesto sonriente, empeñado en batir su récord... ¡¡oh, no!!
Señoras y señores, ha ocurrido una gran desgracia. Los increíbles reflejos y velocidad de Caracolisto no han servido de nada para escapar de un pájaro que volaba a velocidad de vértigo. Es una gran tragedia para el deporte caracolil. Aún podemos ver sobre nuestras antenas cómo el pájaro lleva a nuestro campeón entre sus garras... ¡un momento, lo ha dejado escapar! Caracolisto está cayendo... ¡increíble! ¡ha caído aquí mismo! ¡¡corre, corre campeón, ven a esconderte!!
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¡espectacular, amigos espectadores! nos hemos mantenido en silencio durante algunos minutos, pero han podido ver en riguroso directo la increíble aventura de Caracolisto y cómo por milímetros ha escapado de una muerte segura. ¡Enhorabuena, campeón! ¿Tienes alguna palabra para quienes nos están viendo?
- Sí amigo, Mac. Tengo un susto de muerte, y sólo por no haberme dado cuenta de que aunque fuera el más rápido nunca podría igualar la velocidad de un pájaro. Menuda suerte he tenido, la verdad, me he roto un poco el caparazón, pero.. ¡he aprendido una buena lección de humildad!
- Así es, Caracolisto. Esperemos que todos los que nos han visto hayan aprendido que ser buenos en algo no nos hace invulnerables...
Bien amigos, aquí termina nuestra restransmisión, esperamos que hayan disfrutado de este histórico momento, y no olviden tomar .... ¡Lechugas Tomasa, de la huerta, a su casa!